viernes, 16 de enero de 2009

El Chaco, (Argentina) agobiado por una terrible sequía


PRESIDENCIA DE LA PLAZA, Chaco.- Lo que reina es una profunda desazón y un sentimiento de impotencia. Aquí, en una zona agobiada por una sequía que parece no tener fin y que ya se cobró la vida de unas 120.000 vacas y ocasionó pérdidas por unos 300 millones de pesos en la producción agrícola y ganadera del Chaco, los rostros de los productores hablan por sí solos del drama cotidiano que se vive en esta provincia.

Desde hace siete meses, cada día que pasa es un calvario que deja profundas heridas. "A mí se me murieron entre 15 y 20 animales en las últimas semanas", contó el productor Rodolfo Gerardo Serafini, de esta localidad, ubicada 100 kilómetros al Oeste de Resistencia. Sin lluvias que hagan calmar el ardor de la tierra desde entonces, muchos productores se han resignado a observar cómo mueren sus animales, incluso a vacas a punto de parir, y a ser testigos de cómo sus campos se desnudan porque ya casi no hay pastos que los cubran.

Por más que hace dos días llovieron entre 15 y 30 milímetros, según las zonas, después de otros 15 milímetros que el cielo les regaló en febrero pasado, los productores siguen implorando para que llegue el agua que tanto necesitan y no sucumbir a una situación que, además de golpearles la economía de sus campos, también los hunde anímicamente.

"No podemos hacer nada contra la naturaleza, aunque la situación es gravísima y se deteriora día tras día. Creo que nos estamos acostumbrando a una sequía que ya es la más fuerte de los últimos 15 o 20 años. Y, encima, no hay alternativas de solución porque los números no cierran", dijo, con palabras cargadas de resignación, Antonio Wallace, presidente de la Sociedad Rural de Presidencia de la Plaza.

En esta localidad del centro de Chaco, de 9000 habitantes, que tiene 600 productores en su zona agropecuaria y hay unas 105.000 cabezas de ganado, sobre las casi 220.000 hectáreas que están destinadas a la ganadería de cría, se encuentra el foco de una sequía atroz que, además, se extiende a ciudades vecinas, como Machagai, Presidencia Roque Sáenz Peña y el resto del norte provincial.

Junto con las penurias por el traslado de sus vacas a otros campos del sur de la provincia, que tienen mejor pasto, o de ver cómo algunos animales se mueren porque ya no tienen qué comer, a muchos productores les molesta enfrentarse a una realidad que los lastima sin piedad.

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